Un movimiento táctico, no simbólico, que redefine las coordenadas del diálogo con las disidencias del EMC
Redacción de RMC Noticias |
Bogotá, abril de 2025
Una tregua sin nombre, pero con intención
Mientras el reloj del cese al fuego marcaba su expiración, el presidente Gustavo Petro hizo lo inesperado: anunció una suspensión unilateral de las operaciones ofensivas contra las disidencias del autodenominado Estado Mayor de los Bloques y Frentes (EMBF), lideradas por alias ‘Calarcá’. La decisión, publicada a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), no implicó una rendición simbólica, sino una jugada política para sostener un diálogo que aún no se ha roto del todo.
En sus propias palabras, se trata de una suspensión "hasta el 18 de mayo", y su objetivo es claro: facilitar el proceso de paz sin apagar el debate ni reactivar completamente la confrontación armada.
¿Suspender sin acordar? Un equilibrio en el filo
La postura del Gobierno no es ingenua ni mecánica. Tampoco implica la permanencia del cese al fuego, cuya finalización fue confirmada oficialmente. Lo que hace esta medida es plantear una tregua operativa desde un solo lado del conflicto, mientras el otro —las disidencias— deciden si caminar hacia el acuerdo o replegarse al fuego.
El gesto, aunque unilateral, busca mantener abierta la puerta del proceso sin dejar de enviar un mensaje a los grupos armados: la voluntad de paz no es sinónimo de debilidad, pero sí de estrategia.
¿Quién es ‘Calarcá’ y por qué importa esta disidencia?
Alias ‘Calarcá’ encabeza una de las estructuras más activas del EMBF, una disidencia que emergió tras los vacíos de implementación del Acuerdo de Paz con las FARC. Esta facción, con presencia en varias zonas rurales, ha sido protagonista de acciones armadas recientes y mantiene control territorial en regiones clave para las economías ilegales.
El Gobierno reconoce que, si bien se han producido hechos de violencia, romper el hilo del diálogo completamente podría desencadenar una escalada peligrosa en zonas donde la presencia estatal es limitada o simbólica.
¿Paz total o pausas parciales?
El anuncio presidencial se inscribe dentro del enfoque de "Paz Total", una política que ha sido objeto de apoyos firmes, críticas severas y, sobre todo, expectativas contradictorias. Mientras algunos sectores exigen resultados concretos y visibles, otros reclaman un enfoque que privilegie los territorios y las dinámicas comunitarias frente a los tiempos institucionales.
Lo cierto es que esta suspensión operativa no es la paz, pero tampoco es guerra. Es un terreno intermedio —una zona gris— donde se define buena parte del futuro del país.
¿Qué viene ahora?
Hasta el 18 de mayo, la orden presidencial se mantiene: no se realizarán operaciones ofensivas contra el EMBF. Sin embargo, esto no impide la defensa en caso de ataques, ni representa un cese bilateral.
Lo que se espera en estos días es una posible reactivación de los contactos con mediadores, nuevas conversaciones confidenciales y, quizá, una hoja de ruta más clara para evitar una ruptura definitiva.
Más que una extensión tácita del cese al fuego, esta decisión revela un principio que se va volviendo costumbre: en el actual proceso de paz, las pausas no son silencios, son decisiones tácticas cargadas de significado.
0 Comentarios