Doce agentes rurales asumen el reto de fortalecer la seguridad en una zona históricamente olvidada
El Dovio, Valle del Cauca – julio 7 de 2025. En un municipio rodeado por montañas y atravesado por el Cañón de Garrapatas, un nuevo capítulo comienza en materia de seguridad rural. Un grupo de 12 mujeres policías, pertenecientes al Escuadrón Femenino de Operaciones Rurales (EFEOR), se ha desplegado en El Dovio para ofrecer acompañamiento estratégico y protección a comunidades campesinas afectadas por la presencia de actores armados ilegales.
Seguridad con rostro de mujer: una apuesta necesaria
La llegada de este escuadrón, integrado exclusivamente por mujeres altamente capacitadas, no solo marca un hito en la estrategia de seguridad en zonas rurales, sino que también representa una apuesta por la presencia estatal desde una perspectiva de cuidado, inclusión y proximidad comunitaria. Según la Secretaría de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Valle del Cauca, el EFEOR no solo desarrollará operaciones tácticas, sino también acciones de protección ambiental y prevención social.
Tecnología y movilidad para reforzar el trabajo territorial
Como parte del plan de apoyo, la Gobernación del Valle del Cauca anunció la instalación de 12 cámaras de seguridad en puntos estratégicos del municipio, así como la entrega de motocicletas para mejorar la movilidad del escuadrón en la zona rural. Esta dotación responde a necesidades planteadas por líderes locales, quienes han señalado que la falta de vigilancia y transporte ha sido históricamente un obstáculo para enfrentar el delito y garantizar la seguridad de los habitantes.
Una presencia que genera confianza en la comunidad
La comunidad de El Dovio ha recibido con esperanza la llegada del escuadrón. Para muchos habitantes del sector rural, especialmente mujeres y familias campesinas, este despliegue es una señal concreta de presencia institucional en territorios marcados por el abandono. Según datos locales, en los últimos dos años se han reportado más de 20 incidentes asociados a amenazas, extorsiones y cultivos ilícitos en el entorno del Cañón de Garrapatas.
Proteger el campo también es proteger la paz
Este medio reconoce el valor de iniciativas como el escuadrón femenino EFEOR, que rompen estereotipos y abren caminos para nuevas formas de hacer presencia estatal. Sin embargo, subraya que la seguridad rural no puede depender únicamente de operativos o dotaciones tecnológicas, sino que debe acompañarse de inversión social, fortalecimiento comunitario y escucha activa. La paz se siembra con confianza, y esa solo crece cuando la ciudadanía se siente protegida, escuchada y acompañada. El desafío es grande, pero acciones como esta son un primer paso necesario.
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