La suspensión temporal de la medida cautelar del Partido de la U reabre el diálogo sobre la democracia interna, la independencia legislativa y la solidez institucional.
Foto: Comunicaciones del Congresita
Por: Paulina Arango M
Una decisión que redefine la autonomía política
Bogotá, 11 de noviembre de 2025. — El presidente de la Cámara de Representantes, Julián David López Tenorio, continúa en el ejercicio pleno de sus funciones tras la suspensión temporal de la medida cautelar del Partido de la U, que buscaba restringir sus derechos de voz, voto y participación. El episodio, más allá de lo jurídico, abre un debate profundo sobre la independencia legislativa, la democracia interna y el papel del Congreso en el equilibrio de poderes dentro del sistema político colombiano.
La medida cautelar en suspenso: entre el derecho y la política
El 28 de octubre, el Partido de la U anunció la suspensión de la militancia y de las funciones partidarias de Julián David López Tenorio, decisión que fue reafirmada en un comunicado difundido ayer, donde el partido sostuvo que la medida continúa vigente. Sin embargo, el congresista impugnó formalmente dicha decisión ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) el 5 de noviembre, amparándose en el artículo 11 de la Ley 1475 de 2011, que permite suspender los efectos de las sanciones internas hasta que el organismo emita un pronunciamiento de fondo.
Dicho artículo establece que las sanciones internas quedan sin efectos hasta que el CNE emita un fallo de fondo, lo que garantiza el debido proceso y evita sanciones arbitrarias.
Fuentes jurídicas consultadas indicaron que este procedimiento busca proteger los derechos políticos fundamentales y evitar el uso de medidas disciplinarias como herramientas de presión interna.
Imagen patallazo al comunicado en redes sociales Apoyo multipartidista: un mensaje del Congreso al país
En un gesto poco común en la política colombiana, 112 representantes de diferentes bancadas firmaron una constancia solicitando al Partido de la U garantizar el ejercicio pleno de las funciones de López Tenorio.
El hecho, más que un respaldo individual, representa una defensa institucional del Congreso como poder autónomo y una afirmación colectiva de que la representación popular debe primar sobre las diferencias partidistas. Para analistas políticos, este apoyo refleja “una madurez democrática que contrasta con la fragmentación política del país”.
Más allá de un conflicto interno
López Tenorio ha insistido en que esta situación no se trata de una disputa personal, sino de un debate sobre la libertad de pensamiento dentro de los partidos.
“No es un enfrentamiento político; es una defensa de la democracia interna y del derecho a disentir”, expresó el presidente de la Cámara.
Su postura plantea una discusión que va más allá de su caso: ¿pueden los partidos sancionar la diferencia sin poner en riesgo el pluralismo político que sostiene la democracia colombiana?
Un caso que puede sentar precedente
Expertos en derecho electoral advierten que la decisión final del CNE podría convertirse en un precedente jurídico relevante.
Según el constitucionalista Felipe Santamaría, “la suspensión cautelar dentro de los partidos debe aplicarse con extrema prudencia. Si se usa como arma política, se corre el riesgo de deslegitimar los mecanismos de control interno y vulnerar derechos fundamentales”.
El caso López Tenorio, por tanto, no solo define una disputa particular, sino que podría redibujar los límites entre disciplina partidaria y autonomía congresional en Colombia.
Institucionalidad y mensaje al país
Desde la presidencia de la Cámara, López Tenorio ha reafirmado su compromiso con el fortalecimiento democrático:
“Lo ocurrido no fue contra mí, fue un intento de debilitar la institucionalidad. Mi respuesta seguirá siendo la misma: más ley, más respeto y más trabajo por los colombianos.”
El mensaje, recibido con respaldo desde distintas orillas políticas, subraya la importancia de respetar la legitimidad del Congreso como institución representativa y de blindar la política frente a intereses coyunturales.
Un reflejo del momento democrático colombiano
El episodio que involucra a Julián David López Tenorio y al Partido de la U refleja las tensiones estructurales que atraviesan el sistema político colombiano: partidos en crisis de cohesión interna, liderazgos emergentes que desafían las lógicas tradicionales y una ciudadanía que exige mayor transparencia y coherencia institucional.
En este contexto, la controversia no es un hecho aislado, sino un síntoma de la fragilidad de la democracia interna de los partidos y del reto que enfrenta el Congreso para reafirmarse como un poder autónomo frente a las presiones políticas. La línea que separa la disciplina partidaria de la censura ideológica se vuelve cada vez más difusa, y su manejo determinará el futuro de la representación legislativa en el país.
Colombia se encuentra, una vez más, ante un punto de inflexión: decidir si su democracia se sostiene en la uniformidad o en la pluralidad. La madurez política no se medirá por la capacidad de sancionar, sino por la disposición a proteger la deliberación y el disenso como pilares del equilibrio institucional.
El verdadero desafío no está en quién gana la disputa, sino en qué tan capaz es el sistema político de aprender de ella..
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