Metro Cali activa un plan temporal para garantizar la ruta mientras se ajustan los acuerdos con el Transporte Público Colectivo
Redacción RMC Noticias
Una contingencia que revela desafíos más profundos
Santiago de Cali, 1 de diciembre de 2025. La activación del plan de contingencia por parte de Metro Cali para asumir temporalmente la operación de la ruta A55 no es solo una respuesta inmediata a un atraso contractual; es un síntoma de los retos que enfrenta la ciudad en su camino hacia un sistema de transporte integrado, eficiente y socialmente sostenible. La ruta, que conecta Pízamos y Potrero Grande con la Terminal Aguablanca, se convirtió en el primer ensayo real de integración entre el MIO y el Transporte Público Colectivo (TPC), pero su continuidad depende de un detalle tan simple como decisivo: la validación del pasaje por parte de los usuarios.
A55: un laboratorio vivo de integración y corresponsabilidad
El piloto, iniciado en mayo de 2025, abrió la puerta a una transformación largamente esperada: unir el MIO con los operadores formales del transporte colectivo para conformar el futuro Sistema de Transporte Complementario (STC). Sin embargo, como advierte Daniel Parra, director de Operaciones de Metro Cali, el éxito de este modelo no solo está en los acuerdos entre entidades, sino en el compromiso ciudadano. Cuando cientos de pasajeros omiten validar su tarjeta, especialmente en horas de la tarde, el sistema pierde su sustento financiero y la operación queda en riesgo. Cada validación no es un trámite menor: es lo que permite mantener la frecuencia, sostener la ruta y justificar su ampliación.
La contingencia: buses del MIO para no frenar la movilidad
Mientras se perfeccionan los ajustes contractuales con el grupo G5 del TPC —operador del piloto— Metro Cali desplegó buses propios para garantizar que la A55 siga funcionando. La medida evita que miles de usuarios queden sin servicio, aunque obliga al sistema a operar con recursos adicionales. La expectativa es que, una vez formalizado el acuerdo, la ruta pueda volver a operar con la flota ampliada del TPC, recuperando así su frecuencia habitual. Esta operación temporal evidencia la fragilidad del modelo, pero también la voluntad de no abandonar a los barrios del oriente en un momento de transición clave.
Validar: un gesto mínimo con impacto colectivo
En medio de la contingencia, Metro Cali insiste en un mensaje que es técnico, económico y profundamente social: validar el pasaje no siempre genera cobros adicionales cuando hay transferencias integradas, pero sí garantiza la operación. Validar permite medir la demanda real, ampliar la flota, mejorar los tiempos de espera y demostrar que este modelo vale la pena replicarlo en otros barrios. En esencia, cada validación protege la ruta A55 y sostiene la construcción del STC. No es solo pasar la tarjeta por un sensor; es un acto de corresponsabilidad con el transporte del propio barrio.
El transporte se construye entre todos
La contingencia de la ruta A55 deja una reflexión necesaria: los sistemas de transporte no se mantienen únicamente con decisiones técnicas o acuerdos contractuales, sino con una red de compromisos compartidos entre operadores, autoridades y usuarios. Este piloto tiene la capacidad de redefinir la movilidad en Cali, pero solo si la ciudad lo asume como proyecto colectivo. Validar el pasaje, cuidar la ruta y exigir su continuidad es, en el fondo, participar activamente en la transformación del transporte público. El futuro del STC se está escribiendo ahora, y cada viaje cuenta.
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