El desfile inaugural se tomará la Autopista Suroriental con operativos especiales de seguridad y movilidad.
Cali entra en modo feria
Redacción RMC Noticias
Cali, Valle del Cauca, diciembre 24, Cali inicia oficialmente la Feria de Cali 2025 con una expectativa que va más allá del espectáculo. A partir de este 25 de diciembre, la ciudad no solo recibe miles de visitantes, sino que activa un engranaje cultural, logístico y social que la convierte en un escenario vivo durante seis días. El Salsódromo, como evento inaugural, no es solo un desfile: es el termómetro que mide la identidad salsera, la organización urbana y la capacidad de la ciudad para celebrar sin perder el control.
El Salsódromo: más que un desfile
Con la participación de más de 2.200 artistas en escena, el Salsódromo 2025 eleva su nivel artístico y simbólico. Bailarines, músicos y escuelas de salsa recorrerán la Autopista Suroriental en una puesta en escena que recupera las raíces del género y pone el foco en el barrio Obrero como cuna cultural. La inclusión de una premiación a las mejores escuelas no es un detalle menor: introduce criterios de calidad, reconocimiento y profesionalización dentro de una tradición que históricamente ha sido comunitaria.
Seguridad y movilidad: la otra coreografía
Detrás del ritmo y el color, la ciudad ejecuta una coreografía paralela: la de la seguridad y la movilidad. Más de 1.000 policías y un Puesto de Mando Unificado operarán durante toda la Feria, mientras 700 agentes de tránsito intentarán mantener el flujo urbano en medio de cierres viales y alta afluencia. El mensaje institucional es claro: disfrutar la Feria implica corresponsabilidad ciudadana, especialmente frente al consumo de alcohol, el respeto al espacio público y la protección de niños y niñas.
Una feria descentralizada y estratégica
La Feria de Cali 2025 apuesta por romper la concentración geográfica. Además del Salsódromo, la programación se extiende a comunas, corregimientos y espacios alternativos como el Bulevar de Oriente, Mariano Ramos y el barrio Obrero. Con más de 60 eventos gratuitos, la estrategia busca democratizar el acceso a la cultura y reducir la presión sobre los grandes escenarios, convirtiendo la Feria en una experiencia distribuida y más cercana a los territorios.
Cali, ciudad que se mira a sí misma
Más allá del impacto turístico y económico, esta edición de la Feria plantea una reflexión: Cali se observa, se celebra y se evalúa a sí misma. El Salsódromo ya no es solo una vitrina para el visitante, sino un espejo para la ciudad. Cómo baila, cómo se organiza y cómo convive durante estos días dirá tanto de su identidad cultural como de su madurez urbana. La salsa, una vez más, no solo se baila: se piensa.




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