Hace diez años, en febrero de 2015, el Distrito de Aguablanca, una de las zonas más vulnerables de Cali, vivió un cambio que marcaría un antes y un después en la vida de su comunidad. Con la inauguración del Centro de Diseño Tecnológico Industrial (CDTI) en el barrio El Pondaje, se dio un paso trascendental hacia la democratización de la educación y la oportunidad para los jóvenes de la región. Este centro, nacido con la misión de acercar la formación técnica y tecnológica a un sector históricamente marginado, se convirtió en un espacio de innovación, crecimiento y esperanza para miles de habitantes.
Desde su apertura, el CDTI ha ofrecido programas de formación en áreas cruciales como el diseño y mantenimiento mecatrónico, el vestuario inteligente, la comunicación digital y la transversalidad, entre otros. Estos programas han sido fundamentales para la inserción de los jóvenes en el mercado laboral, brindándoles las herramientas necesarias para acceder a nuevas oportunidades de empleo y emprendimiento. Además, el centro ha jugado un papel clave en la transformación social y económica del oriente de Cali, ayudando a forjar una generación de personas con una visión renovada sobre su futuro profesional y personal.
A lo largo de estos diez años, el CDTI se ha consolidado como un referente en la educación técnica y tecnológica, no solo por la calidad de sus programas, sino también por su impacto directo en la comunidad. Con más de 5.000 aprendices formados en sus aulas, el centro ha sido una puerta abierta para que jóvenes de todas las edades y contextos accedan a formación especializada, mejorando su calidad de vida y sus perspectivas laborales. De esta manera, el CDTI ha sido una herramienta de movilidad social, permitiendo que quienes alguna vez fueron excluidos del sistema educativo tradicional, hoy puedan ser parte de una sociedad más equitativa y dinámica.
El próximo 19 de febrero, el CDTI celebrará su décimo aniversario con una serie de actividades culturales y académicas que reflejan el esfuerzo y la dedicación de todos los involucrados en este proyecto. A las 10:00 a.m. se dará inicio a una jornada de conmemoración que incluirá, entre otras cosas, un reconocimiento especial a dos figuras clave en la historia del CDTI: Víctor Recalde y María Teresa Riascos. Ambos han sido pilares fundamentales en la consolidación de este centro, trabajando incansablemente para asegurar que el sueño de un espacio educativo de calidad en El Pondaje se hiciera realidad.
Por otro lado, cabe destacar a Alex Amed Valencia Rojas, subdirector del SENA desde 2004, quien jugó un papel crucial en la creación del CDTI. Su visión y liderazgo fueron decisivos para que este proyecto se materializara. Junto con los coordinadores del centro, Valencia Rojas trabajó incansablemente para consolidar el CDTI como un referente educativo en la región. Gracias a su capacidad para articular esfuerzos y gestionar recursos, el centro ha sido un motor de desarrollo y una opción real de movilidad social para muchos jóvenes del Distrito de Aguablanca.
A lo largo de los años, el CDTI ha sido testigo del esfuerzo colectivo de una comunidad que no se rinde ante las adversidades. Más allá de ser un centro de formación, este espacio se ha convertido en un símbolo de lucha y resiliencia, un lugar donde se ha cultivado la esperanza de muchos jóvenes que han encontrado aquí una oportunidad para salir adelante. Con cada generación que pasa por sus puertas, el centro continúa demostrando que la educación técnica y tecnológica es una herramienta poderosa para el cambio social, y que la inversión en el talento local es esencial para el desarrollo de cualquier comunidad.
Este décimo aniversario es una ocasión propicia para reflexionar sobre lo logrado y lo que aún queda por hacer. Si bien se ha avanzado en la inclusión de jóvenes del Distrito de Aguablanca en sectores laborales clave, sigue siendo fundamental que iniciativas como el CDTI continúen expandiéndose, garantizando que todos los jóvenes de Cali tengan acceso a la educación y formación que necesitan para prosperar. La comunidad, el sector público y el privado deben seguir trabajando de la mano para que el potencial de los jóvenes del Distrito de Aguablanca se siga concretando en oportunidades reales de crecimiento.
El CDTI ha sido un faro de esperanza para miles de jóvenes en el oriente de Cali, y su décimo aniversario nos invita a pensar en el impacto positivo de la educación en la transformación de la sociedad. En lugar de conformarnos con lo logrado, debemos seguir impulsando proyectos como este, que permiten la creación de un futuro más inclusivo y próspero para todos. El legado de este centro es un recordatorio de que cuando se invierte en las personas y se les da acceso a la formación de calidad, se abren puertas a nuevas realidades. El trabajo conjunto de todos los actores sociales es fundamental para seguir construyendo una sociedad más equitativa y justa para las futuras generaciones.
Redacción RMC Noticias
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