Una ciudad en alerta silenciosa que apuesta por la acción anticipada y la responsabilidad colectiva
Imagen: Portal freepik.esRedacción de RMC Noticias | abril de 2025
Fiebre amarilla ¿Una amenaza lejana o un riesgo inminente?
Aunque aún no se ha confirmado ningún caso en Cali, la fiebre amarilla —una enfermedad viral transmitida por mosquitos— ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias tras la emergencia nacional declarada por el Gobierno. La Alcaldía de Cali, a través de la Secretaría de Salud Pública, ha puesto en marcha un plan de acción intersectorial que combina vacunación masiva, vigilancia epidemiológica y trabajo territorial. Y lo está haciendo con algo poco común: previsión.
En este artículo exploramos cómo una amenaza invisible pone a prueba la capacidad de anticipación de una ciudad que ya ha lidiado con pandemias y epidemias recientes. Una mirada crítica, estructurada y profundamente humana sobre lo que está en juego.
El valor político de actuar antes de que sea tarde
En el mundo de la salud pública, pocas cosas son más difíciles que convencer a una sociedad de prepararse para algo que aún no ha ocurrido. La prevención rara vez ocupa los titulares, y sin embargo, es la única estrategia realmente efectiva frente a brotes como el de la fiebre amarilla.
Con más de 15.000 dosis disponibles y 20.000 adicionales solicitadas al Gobierno Nacional, Cali está buscando blindar a su población antes de que el virus cruce los límites urbanos. La vacunación masiva es la columna vertebral del plan, pero no está sola: la ciudad también ha activado sistemas de monitoreo, redes comunitarias de información y puntos estratégicos de atención.
¿Quiénes deben vacunarse? Zonas y grupos priorizados
No todos están en el mismo nivel de riesgo, y por eso Cali ha definido grupos y territorios priorizados con base en movilidad, exposición ambiental y condiciones socioeconómicas. Las vacunas están destinadas principalmente a:
Menores de 18 años residentes en la ciudad
Trabajadores agropecuarios en zonas rurales de Cali o municipios vecinos
Adultos entre 19 y 59 años que viajen a zonas endémicas
Personas en situación de migración expuestas a zonas de alto riesgo
Zonas de vacunación prioritaria:
Comunas urbanas: 2, 4, 13, 15, 20 y 22
Corregimientos rurales: La Buitrera, Felidia, Hormiguero, Golondrinas, Pance, entre otros
Terminales de transporte y puntos de alta movilidad
Este enfoque geográfico no es casual. Es el resultado de una lectura integral del riesgo, que considera tanto la infraestructura sanitaria como las realidades sociales de una ciudad diversa y en constante movimiento.
¿Qué aprendimos del COVID-19 y el dengue?
A diferencia de otras ciudades que improvisan frente a cada nueva crisis, Cali llega a este escenario con la experiencia reciente de la pandemia del COVID-19 y la epidemia de dengue del año pasado. Esa memoria institucional —y social— es hoy un recurso estratégico.
La ciudad ha demostrado que sabe articular instituciones, activar redes comunitarias y utilizar datos para tomar decisiones en tiempo real. Lo vivido no fue en vano: la infraestructura, los equipos de respuesta y los protocolos están listos. La verdadera pregunta es si la ciudadanía también lo está.
Más allá del virus: la salud como responsabilidad compartida
La fiebre amarilla no es solo un virus. Es un espejo que nos obliga a preguntarnos qué tan preparados estamos para cuidar de lo común. En tiempos de desinformación y fatiga institucional, recuperar la confianza y la acción colectiva es tan urgente como recibir una vacuna.
Cada dosis aplicada no solo protege a un individuo, sino que corta posibles cadenas de transmisión y reafirma un contrato social básico: el derecho a la salud como bien público.
Recomendaciones clave para caleños y caleñas
Si tienes más de 60 años y padeces comorbilidades, consulta antes de vacunarte
Si vives en zona rural o trabajas en el campo, eres prioridad: acude a vacunarte
Si vas a viajar a zonas endémicas, asegúrate de estar protegido
Evita el contacto con monos o simios y reporta cualquier situación al DAGMA (línea: 3137807532).
Ante síntomas como fiebre persistente, dolor de cabeza o coloración amarilla en piel y ojos, busca atención médica inmediata.
Una ciudad que prevé, es una ciudad que protege
Cali ha decidido no esperar a que la fiebre amarilla se convierta en tragedia para actuar. Esa decisión —que puede parecer menor ahora— podría marcar la diferencia en los próximos meses. Porque no estamos solo frente a un brote: estamos frente a una oportunidad de demostrar que hemos aprendido. Que la prevención no es debilidad, sino madurez. Y que cuidar la vida comienza mucho antes de que el peligro llegue.
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