El Último eco de Francisco: Del silencio del Vaticano al clamor del Catatumbo

Un legado de paz que no murió en Roma, sino que sigue vivo en los rincones olvidados de Colombia

 El Último Eco de Francisco: Del Silencio del Vaticano al Clamor del Catatumbo    Foto : Vaticano 

Redacción de RMC Noticias | abril de 2025

Un adiós que sacude al mundo

El Papa Francisco falleció este lunes a los 88 años. Y con él, se apaga una voz que incomodó a los poderosos y abrazó a los olvidados. Su muerte no solo marca el fin de un pontificado, sino el inicio de una reflexión global: ¿qué hacemos con el legado de un papa que eligió caminar descalzo entre los márgenes del mundo?

En Colombia, su partida tiene un eco profundo. No solo porque fue un líder cercano, sino porque su último mensaje para el país no vino desde Roma, sino desde el Catatumbo, una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado. Allí dejó su palabra final: paz, pero no como eslogan, sino como camino.

Catatumbo: su último altar invisible

Francisco no necesitó estar físicamente en el Catatumbo para ponerlo en el centro del mapa espiritual de Colombia. En sus últimos días, dirigió un mensaje directo, sencillo y contundente: la paz comienza en los márgenes. No en las cumbres internacionales ni en los escritorios de los tratados, sino en las montañas, los cultivos, las veredas y los rostros de quienes han vivido la guerra sin haberla elegido.

Al hablar del Catatumbo, el Papa hizo visible lo invisible. Le dio voz a una región que suele aparecer solo en informes de violencia o cifras de desplazamiento. Su gesto fue una llamada de atención para quienes creen que la paz es solo una firma, y no una siembra cotidiana.

Paz: su última palabra para Colombia

El mensaje de Francisco no fue político, fue pastoral. No pidió acuerdos, pidió humanidad. No trazó hojas de ruta, señaló heridas. Su palabra fue tan profunda porque no intentó solucionar el conflicto, sino recordarnos que sin compasión, cualquier solución es superficial.

En su visión, la paz no puede ser centralizada ni tecnocrática. Tiene que nacer desde abajo, desde quienes han visto morir la esperanza y aún así se levantan a sembrarla. En su despedida, el Catatumbo se convirtió en símbolo de esa esperanza obstinada.

Un papa que habló desde la tierra, no desde el mármol

A diferencia de muchos líderes religiosos, Francisco no habló desde la cúpula. Habló desde el polvo del camino, desde la tierra de las periferias. Su teología no fue de biblioteca, fue de calle, de selva, de comunidad. Su legado no está en los muros del Vaticano, sino en las zonas donde la fe y la dignidad caminan juntas.

Murió en Roma, sí. Pero su palabra no se quedó allí. Sigue viva en los susurros de comunidades como las del Catatumbo, donde su voz no fue una noticia: fue una señal.

El mensaje no se entierra

Hoy, mientras se inicia el proceso para elegir un nuevo pontífice, cabe preguntarse: ¿será recordado su gesto final hacia Colombia como un acto simbólico o como una guía ética? ¿Seremos capaces de recoger ese testigo en la construcción de una paz real, desde el territorio hacia el centro?

Porque si algo dejó claro el Papa Francisco, es que la Iglesia —y el mundo— no se transforman desde arriba, sino desde las raíces.


0 Comentarios

cajon

RMC: Información, análisis, y veracidad en las noticias

Invitamos a todos aquellos interesados en promover la cultura, la creatividad y la sostenibilidad a ser parte de este movimiento. Juntos, podemos construir un futuro más equitativo, donde las voces de todas las comunidades sean una pieza clave en el relato del país.