Campesinos del Valle del Cauca avanzan hacia una producción más sostenible y una agricultura organica
Por : Redacción RMC Noticias, 20 de mayo de 2025
El Cerrito, Valle del Cauca – En medio de surcos de tierra fértil y el esfuerzo diario de 27 familias campesinas, un programa comienza a tomar forma no solo en el campo, sino también en la confianza de quienes lo trabajan. Se trata de Valle Agro, una apuesta de la Gobernación del Valle del Cauca que, más allá de entregar insumos, construye tejido rural con herramientas, capacitación y asistencia técnica constante.
El proyecto ya va por su segunda entrega de kits —compuestos por abonos, fertilizantes, herramientas e insumos—, pero sus frutos son más visibles en la transformación de prácticas y mentalidades que en los números.
Más que insumos: formación, acompañamiento y arraigo
“Estamos muy contentos con este proyecto, porque no solo nos ayuda a mejorar la alimentación con productos orgánicos, también nos enseña a producir, a transformar, a comercializar”, cuenta con entusiasmo Mabel Betancourt, representante legal de Asvan, la asociación de mujeres rurales beneficiada en El Cerrito.
La clave del programa, según relatan las propias agricultoras y agricultores, está en el enfoque integral y formativo, que no se limita a entregar materiales, sino que teje procesos con sentido pedagógico y técnico.
Blanca Arango, otra beneficiaria, lo resume así: “No solo nos dan las cosas, nos enseñan a usarlas bien. Hay agrónomos que nos visitan, nos explican cómo aplicar, cómo mejorar. Es educación, no solo asistencia”.
El campo se cultiva con confianza, no con asistencialismo
En la entrega más reciente de kits, la gobernadora Dilian Francisca Toro puso en palabras lo que muchas veces se olvida en las políticas públicas rurales: el desarrollo sostenible no empieza en la semilla, sino en el saber.
“Este no es un programa para regalar cosas. Es un proceso integral: primero capacitamos, luego acompañamos, y solo entonces entregamos lo necesario. Queremos que produzcan más, con calidad, y que eso se traduzca en más ingresos y dignidad para ustedes”, señaló Toro frente a la comunidad.
La propuesta rompe con un viejo esquema asistencialista que ha marcado por años la relación entre el Estado y los territorios rurales. En su lugar, Valle Agro parece proponer un modelo donde el conocimiento y la organización valen tanto como el abono o la semilla.
Foto: Comunicaciones Gobernación del Valle del Cauca
Agroecología como camino de futuro
Juan Enrique Moreno, campesino de la zona, valora especialmente que los insumos sean en su mayoría orgánicos. “Ahorita estamos tratando de utilizar todo lo que sea orgánico para así sacar una mejor calidad de productos. En la primera entrega nos dieron bastantes cosas, y ahora ya con esta segunda alcanzo a terminar prácticamente toda la producción”, afirma.
Esta orientación agroecológica, aún en desarrollo, posiciona a Valle Agro como un programa que piensa el campo desde la sostenibilidad y la salud, no solo desde el rendimiento productivo inmediato.
Cultivar comunidad, cosechar autonomía
Lo que sucede en El Cerrito no es un caso aislado: es parte de una tendencia creciente en América Latina por recuperar el protagonismo del campesinado, no como beneficiario pasivo, sino como actor clave del desarrollo. Y ahí, Valle Agro puede marcar la diferencia si continúa caminando junto a las organizaciones locales, respetando su ritmo y apostando por procesos de largo aliento.
Porque el desarrollo rural no se impone: se construye, se acompaña, se cultiva.
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