Un fallo ejemplar que plantea preguntas urgentes sobre la protección de nuestra niñez
Redacción de RMC Noticias |
Cali/ mayo de 2025
Una condena que el país entero esperaba
La justicia finalmente habló. Brayan Campo, el hombre que secuestró, violentó y asesinó a la niña Sofía Delgado en Candelaria, Valle del Cauca, fue condenado a 58 años de prisión. Su nombre quedará grabado en la memoria colectiva como símbolo de una tragedia nacional, pero también como un punto de inflexión en la lucha contra la violencia infantil en Colombia.
¿Qué ocurrió el 29 de septiembre de 2024?
Sofía Delgado tenía 12 años. Salió de su casa para comprar un champú y nunca regresó. Fue engañada por Campo, un conocido del sector, quien la condujo a su local comercial. Allí la golpeó brutalmente, le quitó la vida y luego intentó ocultar su cuerpo en un cañaduzal, donde fue hallado tras 18 angustiosos días de búsqueda. La confesión del autor fue clave para agilizar el proceso, aunque el daño ya era irreparable.
Los cuatro delitos que aceptó Brayan Campo
Durante el proceso judicial, la Fiscalía General de la Nación le imputó a Campo cuatro delitos de extrema gravedad, los cuales él aceptó voluntariamente: feminicidio agravado, secuestro simple agravado, tentativa de secuestro y ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio. Cada uno de estos cargos retrata no solo la sevicia del crimen, sino también el intento deliberado de eludir la justicia.
“¡Se hizo justicia para Sofía!”: la reacción de la gobernadora
La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, no tardó en pronunciarse: “¡Se hizo justicia para la pequeña Sofía Delgado! La condena que todos clamábamos por fin ha llegado. Su crimen atroz no podía quedar impune”, escribió en su cuenta de X. Su voz, como la de millones de ciudadanos, refleja la profunda indignación que este caso provocó, y la necesidad de que el castigo ejemplar se convierta en regla, no en excepción.
https://x.com/DilianFrancisca/status/1918390969143120049
El castigo: 58 años de prisión en La Tramacúa
Brayan Campo fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Tramacúa, en Valledupar. Allí compartirá reclusión con otros criminales que han cometido delitos contra menores. Su condena no admite rebajas. El mensaje es claro: la justicia colombiana puede ser implacable cuando se trata de crímenes contra la infancia.
¿Y ahora qué? Reflexiones desde la sociedad
El caso de Sofía debe impulsar un debate más profundo: ¿Estamos haciendo lo suficiente para prevenir estos crímenes? Las cifras de violencia infantil en Colombia son alarmantes. Se requieren más acciones estructurales: programas de educación afectiva, intervención temprana ante señales de riesgo, protección efectiva desde el entorno comunitario. El silencio social solo alimenta la impunidad.
Que Sofía no sea un número más
La condena a Brayan Campo es un paso firme, pero no puede ser el final de la conversación. La historia de Sofía debe dolernos y empujarnos a la acción. La justicia no puede depender de la presión mediática ni de la indignación momentánea. Cada niña y niño merece crecer sin miedo. Que este fallo sea más que una sentencia: que sea un recordatorio de la responsabilidad colectiva que tenemos como sociedad.
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