Premiación sin precedentes, figuras mundiales y una ciudad que se convierte en pista para cambiarlo todo
Foto: Comunicaciones Alcaldía de Cali
Redacción de RMC Noticias |
Cali/ mayo de 2025
Un país que empieza a tomarse en serio el atletismo de calle
Durante años, las carreras de calle en Colombia parecían condenadas a vivir a la sombra de otros deportes más mediáticos. Pero este 2025, Cali decidió cambiar las reglas del juego. La Maratón de Cali 2025 no solo promete ser el evento deportivo más importante del año, sino también un punto de inflexión en la forma como entendemos y valoramos el atletismo popular.
Una bolsa de premios que rompe esquemas
Más de $300 millones de pesos están en juego. Nunca antes una maratón en Colombia había ofrecido un estímulo económico tan alto. El ganador y la ganadora de la categoría élite (42 km) recibirán $65 millones cada uno, con premios adicionales para los primeros colombianos que crucen la meta. Esto no es solo un incentivo: es una declaración de dignidad para quienes hacen del esfuerzo su bandera. Por fin, los atletas callejeros están siendo tratados como lo que son: profesionales del más alto nivel.
Una alineación digna de los grandes escenarios
Y si la premiación es histórica, el cartel de corredores no se queda atrás. Dennis Kimetto, exrécord mundial con 2:02:57, encabeza una lista de figuras internacionales que llega a Cali con la mirada puesta en nuevos récords. A su lado estarán Gabriel Geay de Tanzania, Helalia Johannes de Namibia y el colombiano Jeisson Suárez, quien ostenta el récord nacional con 2:10:51. Este no será un evento simbólico: será una auténtica prueba de élite con estándares internacionales.
Cali se transforma en pista y ciudad modelo
La maratón recorrerá una ciudad que también ha decidido ponerse en forma. Desde el Túnel Mundialista hasta el norte moderno de Chipichape, Cali se convertirá en una pista viva que reflejará su diversidad, ritmo y carácter. Además, con el Día de la Movilidad Activa, se restringirá el tráfico vehicular de 6:00 a.m. a 2:00 p.m., abriendo las calles no solo a los corredores, sino a ciclistas, caminantes y ciudadanos que quieren moverse de forma diferente. El deporte, aquí, se convierte en herramienta de ciudad.
Más que una carrera, una apuesta cultural
Es fácil ver en la Maratón de Cali solo un evento deportivo. Pero sería un error. Esta es una apuesta política, cultural y pedagógica. Colombia necesita aprender a valorar el deporte que nace de abajo, que entrena en condiciones difíciles y que rara vez ocupa los titulares. Cuando se premia con justicia, cuando se abren las calles y se escucha el paso de los corredores, se está diciendo algo profundo: que el cuerpo también es una forma de ciudadanía.
¿Estamos listos para correr juntos hacia el futuro?
Lo que se verá este 4 de mayo en Cali va más allá del cronómetro. Se trata de construir comunidad desde el movimiento, de dar visibilidad a talentos que merecen más que aplausos, de abrir un espacio donde competir también sea compartir. Y si todo sale bien, si el ejemplo cala, quizás otras ciudades se atrevan a seguir esta ruta.
Cali ya ganó: porque entendió que el deporte también es justicia
La Maratón de Cali no es solo una fiesta del running. Es una forma de reparación simbólica para cientos de atletas que han corrido por años sin reconocimiento. Es un modelo de ciudad que entiende que una calle cerrada para correr no es un obstáculo, sino una oportunidad. Que este domingo no solo celebremos los tiempos en meta, sino la visión que hizo esto posible. Porque cuando el país corre unido, siempre llega más lejos.
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