Un plan de choque liderado por la Alcaldía promete acción decisiva en las comunas más golpeadas por los homicidios
Por: Redacción RMC Noticias, 15 de mayo de 2025
Durante años, Cali ha bailado entre la resiliencia y la violencia. Cada tanto, la ciudad se sacude, intenta retomar el control, pero las cifras de homicidios y la presencia del crimen organizado persisten como heridas abiertas. Esta vez, sin embargo, la narrativa cambia: no es una rueda de prensa aislada ni un operativo de fin de semana. Es un plan de choque con respaldo institucional completo, y con una intención clara: frenar la ola de homicidios que desangra a la ciudad.
Un punto de inflexión: presencia militar y judicial reforzada
El anuncio, hecho tras un consejo de seguridad encabezado por el alcalde Alejandro Eder, incluye acciones inmediatas y coordinadas con la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación, el Ejército y el Ministerio de Defensa. A partir de este fin de semana, Cali verá una intensificación visible de presencia militar, patrullajes conjuntos y puestos de control en sectores neurálgicos de violencia.
No se trata sólo de presencia física. La Fiscalía y la Policía Judicial también robustecerán sus capacidades investigativas en terreno. Se trata de atacar las estructuras, no los síntomas.
El narcotráfico: un enemigo sin fronteras
Eder no se quedó en lo local. Apuntó directamente a la raíz: “El 63% de los homicidios en Cali están vinculados al microtráfico. Y esa droga viene del norte del Cauca y la parte alta de Jamundí”, sentenció.
La declaración no solo es un diagnóstico. Es una denuncia: la ausencia del Estado en zonas rurales productoras de coca ha tenido consecuencias urbanas letales. Cali no puede —ni debe— enfrentar sola un fenómeno de dimensiones nacionales e internacionales.
Cápsula multi-crimen: inteligencia focalizada, no fuerza dispersa
Entre las novedades estratégicas está la creación de una "cápsula multi-crimen", una célula operativa especializada que concentra sus esfuerzos en desmantelar estructuras homicidas de alto impacto. La Fiscalía asignará fiscales de crimen organizado, y la Policía Judicial ampliará su capacidad de acción táctica.
Según el general Carlos Germán Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, más de 60 estructuras criminales operan hoy en la ciudad. Doce de ellas han sido priorizadas para intervención inmediata.
No es solo represión: también es reconstrucción del tejido social
El plan no se limita a operativos y capturas. Desde la Alcaldía se ha insistido en la necesidad de fortalecer la Policía Comunitaria y las acciones preventivas, buscando reactivar la confianza ciudadana y desincentivar la incorporación de jóvenes a estructuras delictivas.
El crimen organizado se alimenta de la desesperanza. En ese sentido, la estrategia de seguridad debe incluir oportunidades sociales, educativas y laborales si quiere tener efecto a largo plazo.
¿Qué sigue para Cali?
La pregunta no es si este plan es necesario. Lo es. La pregunta es si será sostenido, coordinado y respaldado con recursos reales. El alcalde Eder lo ha dicho sin rodeos: Cali necesita que el Gobierno Nacional asuma su parte.
Por ahora, la ciudad se reorganiza, se articula, se moviliza. La esperanza, aunque herida, aún no ha muerto. Pero también hay algo más potente en juego: la dignidad de una ciudad que se rehúsa a normalizar la violencia como destino.
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