Alcalde Alejandro Eder lidera una apuesta integral para resignificar esta fecha emblemática
En Cali, el Día de la Madre no será solo una celebración familiar. Será una declaración de principios: paz, respeto y comunidad. Con más de 550 uniformados desplegados, eventos culturales en múltiples barrios y el acompañamiento de instituciones clave, la ciudad busca transformar una de las fechas más sensibles del calendario en una jornada que honre, sin violencia, el rol de la mujer en la sociedad.
Una fecha que merece más que flores: merece respeto
Las cifras no mienten: tradicionalmente, el Día de la Madre es una de las fechas con mayores reportes de riñas, intolerancia y violencia intrafamiliar en muchas ciudades de Colombia. En Cali, esa realidad quiere cambiarse desde la raíz. El alcalde Alejandro Eder, tras encabezar un Consejo de Seguridad el 8 de mayo, fue claro: “Esta debe ser una jornada de amor, pero sobre todo, debe transcurrir en paz”.
El enfoque de su administración no se limita al control. Se trata de crear condiciones: prevenir, acompañar, educar. Porque no se puede hablar de paz solo desde los patrullajes; también hay que construirla en los parques, en los hogares, en los espacios donde la comunidad se encuentra.
Seguridad activa: más de 550 policías desplegados en la ciudad
El dispositivo anunciado es contundente: más de 550 hombres y mujeres de la Policía Metropolitana cubrirán zonas estratégicas como sectores gastronómicos, plazas, parques, centros comerciales y sitios turísticos. La intención es clara: garantizar entornos seguros sin criminalizar la celebración, apostando por la prevención antes que la represión.
La ‘Caravana Púrpura’, unidad especializada en prevención de violencia contra las mujeres, será uno de los protagonistas invisibles de la jornada. Su presencia en las comunas busca no solo reaccionar ante posibles agresiones, sino enviar un mensaje inequívoco: no hay espacio para la indiferencia frente a la violencia de género.
Cultura, deporte y comunidad: una agenda para el alma de Cali
El despliegue policial será acompañado de una serie de eventos culturales, deportivos y sociales promovidos por la Alcaldía en diferentes sectores de la ciudad. Más que actividades paralelas, se entienden como intervenciones simbólicas que reafirman el poder del arte, el juego y la cultura como caminos hacia la convivencia.
Desde conciertos y ferias hasta espacios de diálogo comunitario, la estrategia busca ofrecer alternativas reales para compartir en familia sin depender de dinámicas que puedan escalar hacia la violencia. La paz no se impone: se cultiva.
Servicios ciudadanos activados: cuando el conflicto se atiende antes de escalar
El secretario de Seguridad y Justicia, Jairo García, confirmó que estarán operativas todas las Comisarías de Familia, además de los programas de la Secretaría de Bienestar Social contra la violencia de género y las rutas de atención ciudadana de la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana.
No se trata solo de estar preparados para intervenir: se trata de dar a la ciudadanía las herramientas para resolver los conflictos desde el diálogo, antes de que se conviertan en tragedia. Cali quiere ser una ciudad donde el desacuerdo no se traduzca en daño, sino en oportunidad para escuchar.
Una inversión histórica por la seguridad y un llamado al Gobierno Nacional
Durante el Consejo de Seguridad, el alcalde Eder subrayó un dato clave: su administración ha hecho la inversión más alta de los últimos 30 años en seguridad, con más de 35 mil millones de pesos destinados a la adquisición de motocicletas, vehículos, drones, mejoras de infraestructura y tecnología para la Fuerza Pública.
Sin embargo, Eder también lanzó un mensaje al Gobierno Nacional: “La seguridad ciudadana está deteriorada. Se necesita una voluntad política firme desde todos los niveles para recuperar la tranquilidad en las ciudades”. El mensaje es claro: la paz no puede depender solo de los esfuerzos locales.
Convivencia como destino: una ciudad que celebra cuidando
La apuesta de Cali este Día de la Madre es tan ambiciosa como necesaria: convertir una fecha históricamente conflictiva en un símbolo de reconciliación y corresponsabilidad. No es solo una tarea para la Policía o la Alcaldía. Es un desafío colectivo.
Celebrar a las madres es también cuidar su entorno, proteger su bienestar y demostrar que la convivencia sí es posible. En cada calle, cada parque y cada hogar de Cali, este domingo puede ser un punto de inflexión. Que sea un día de madres, sí, pero también un día de conciencia.
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