Fiscales especializados llegan a la región en un esfuerzo inédito para desarticular estructuras criminales desde su núcleo operativo y financiero
Redacción RMC Noticias / 29 de mayo de 2025
CALI, COLOMBIA – La lucha contra las estructuras criminales en el Valle del Cauca parece entrar en una nueva fase. En un giro estratégico sin precedentes, nueve fiscales especializados, provenientes de Bogotá, se integrarán a las seccionales locales como parte de una ofensiva conjunta entre la Fiscalía General de la Nación, la Gobernación del Valle y las autoridades regionales.
Este movimiento, liderado por la gobernadora Dilian Francisca Toro, busca desarticular las organizaciones criminales no solo desde el enfoque represivo, sino atacando sus redes de financiación, soporte logístico y estructuras invisibles que sostienen la violencia en la región.
Una estrategia más profunda: atacar la estructura, no solo los ejecutores
“No se trata solo de capturar al que dispara, sino de entender quién provee la gasolina, quién mueve el dinero, quién sostiene la maquinaria del crimen”, enfatizó Toro tras un consejo de seguridad realizado en Cali con el fiscal delegado contra la Criminalidad Organizada, Raúl González Flechas, y otros altos mandos de la seguridad del departamento.
El énfasis está ahora en intervenir el corazón financiero y organizativo de las bandas, con prioridad en actores como el frente ‘Adán Izquierdo’, el grupo ‘Jaime Martínez’ y las redes que operan en Buenaventura, una ciudad que ha sido sistemáticamente golpeada por el crimen urbano y el narcotráfico marítimo.
Buenaventura, Tuluá y Buga: epicentros de una amenaza persistente
La coronel Sandra Rodríguez, comandante de la Policía Valle, detalló los tres ejes clave que estos fiscales reforzarán:
Narcotráfico en puntos calientes como Buenaventura, Tuluá y Buga, donde los cultivos ilícitos y las rutas de salida son sistemáticamente disputadas por grupos armados.
Exacción o extorsión, que sigue asfixiando al comercio legal y deteriorando el tejido social.
Volteo de tierras, una sofisticada forma de lavado de activos que vincula a estructuras legales con redes criminales.
En este sentido, el mensaje institucional es claro: la justicia debe ser integral, técnica y estratégica, y no solo punitiva.
La justicia como herramienta de transformación
Este esfuerzo representa más que una respuesta táctica: es una declaración de intención sobre la reconstrucción del Estado en los territorios históricamente vulnerados. La presencia de fiscales especializados no solo fortalece las investigaciones judiciales, sino que también simboliza una voluntad política de hacer presencia donde antes había omisión.
En medio de un país que por décadas ha enfrentado ciclos de violencia estructural, el Valle del Cauca se convierte en un laboratorio de nuevas formas de acción estatal, donde justicia, inteligencia, territorio y comunidad deben coexistir en una lógica más colaborativa y menos reactiva.
Una oportunidad para consolidar la confianza ciudadana
Más allá de los titulares, este anuncio genera preguntas urgentes:
¿Cómo se garantizará que los procesos judiciales avancen sin interferencias políticas o amenazas?
¿Se fortalecerá también el sistema de protección para fiscales, testigos y líderes sociales que colaboren con las investigaciones?
¿Podrá este modelo replicarse a largo plazo o será un esfuerzo aislado?
El tiempo, y los resultados, responderán. Pero lo cierto es que, por primera vez en años, el Valle cuenta con una estructura investigativa fortalecida y una gobernanza decidida a enfrentar al crimen no solo en las calles, sino en sus finanzas, redes políticas y territorios simbólicos.
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