Robert Francis Prevost asume el pontificado en un momento de tensiones internas, reformas pendientes y desafíos morales de escala planetaria
Por Redacción RMC Noticias | 8 de mayo de 2025
Un papa del hemisferio occidental
La Iglesia Católica vuelve a sorprender al mundo con una elección que rompe expectativas, aunque no del todo con la tradición. La fumata blanca que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 11:10 a.m. (hora Colombia) marcó el fin de un cónclave breve, pero cargado de simbolismo: la elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost como 267º pontífice de la historia.
Su nombre papal será León XIV. Un nombre que evoca fuerza, autoridad y, quizás, una nueva etapa de firmeza institucional. El último Papa León fue León XIII, un intelectual reformista que gobernó entre 1878 y 1903 y es recordado por su compromiso con la doctrina social de la Iglesia. ¿Querrá el nuevo pontífice retomar esa línea?
Imagen pantallazo video vaticanoEl misionero que se convirtió en prefecto
Robert Prevost, nacido en Chicago hace 69 años, no es ajeno a América Latina. Fue misionero en Perú durante más de una década y luego obispo en Chicago Su paso por esas tierras marcó su visión pastoral con una sensibilidad que se ha hecho notar en Roma.
En 2023, fue designado prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los cargos más influyentes en el Vaticano: desde allí, se decide quiénes lideran las diócesis del mundo. También presidió la Pontificia Comisión para América Latina, lo que consolidó su vínculo con una región que concentra a más del 40% de los católicos del planeta.
Su elección como Papa refuerza la apuesta por una Iglesia global, con rostro latinoamericano y espíritu universal.
¿Qué esperar de León XIV?
El nuevo Papa hereda una Iglesia transformada, pero aún fracturada. Tras la muerte del Papa Francisco —cuyo pontificado dejó una huella progresista, polémica y pastoral—, los cardenales buscaban a un líder que conciliara experiencia institucional con cercanía al pueblo.
Prevost representa a una generación de obispos moldeados entre dos mundos: la liturgia y la calle, la burocracia y el servicio misionero. Su elección podría ser una señal de continuidad con el camino abierto por Francisco, pero también de cierto reordenamiento doctrinal y estructural.
La elección del nombre León —históricamente asociado a papas fuertes, incluso combativos— sugiere que no será un pontificado tibio.
Una Plaza de San Pedro expectante
Miles de fieles y curiosos se congregaron desde temprano en la Plaza de San Pedro. La tensión se disolvió en aplausos cuando la chimenea escupió humo blanco y, minutos después, las campanas de la Basílica de San Pedro comenzaron a repicar.
Imagen pantallazo video vaticanoLa imagen fue poderosa: un pueblo expectante, rostros alzados, celulares en mano, en busca de un anuncio que, por tradición y fe, trasciende lo religioso. “¡Habemus Papa!”, proclamó el cardenal protodiácono Dominique Mamberti. Y el mundo escuchó un nuevo nombre: León XIV.
Un nuevo ciclo bajo la mirada del mundo
León XIV inicia su pontificado en un mundo escéptico, hiperconectado y desgastado por escándalos e injusticias. La credibilidad de la Iglesia ha sido puesta a prueba en cada continente, y los desafíos son ineludibles: abusos sexuales, polarización interna, pérdida de fieles en Occidente, e incluso una guerra cultural sobre los valores que la Iglesia aún representa.
Pero también hay oportunidades: una humanidad agotada por el cinismo busca referentes morales, y el liderazgo del nuevo Papa puede reencantar con una espiritualidad más auténtica, menos formalista, más valiente.
León XIV: entre el peso de la historia y la urgencia del presente
Como todo pontífice, León XIV no solo será cabeza de una institución milenaria. Será también un actor geopolítico, un símbolo ético y una figura pública de alcance global. Su historia como misionero, su liderazgo en la curia romana y su conexión con América Latina dibujan el perfil de un papa que conoce la Iglesia desde sus bordes y desde su centro.
El mundo observa. Y la Iglesia —con sus contradicciones y esperanzas— vuelve a empezar.
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