Una fiesta del atletismo caleño que despierta antes del amanecer
Cali/ mayo 4 de 2025
Cuando la ciudad aún dormía, las calles ya sentían el pulso de miles de pasos. Desde las 4:00 a. m., el corazón deportivo de Cali comenzó a latir con fuerza al ritmo de los corredores que llegaban al punto de partida de la primera edición de la Maratón de Cali 2025. Un evento que no solo pone a prueba la resistencia física, sino también el alma de una ciudad que se abre al mundo a través del deporte.
Una largada con espíritu colectivo
La intersección de la carrera 39 con calle novena fue el escenario de un ritual compartido: estiramientos, calentamientos y respiraciones profundas marcaron los minutos previos a la salida. Cada rostro, iluminado por las luces aún tenues del amanecer, contaba una historia distinta de preparación, sacrificio y motivación personal.
Sofía Ariza: correr para narrar el país
Entre los miles de corredores destacó Sofía Ariza, atleta proveniente de Bucaramanga, quien enfrentó con entusiasmo los 42 kilómetros. Para ella, la maratón representa algo más que una competencia.
“Tengo muchas expectativas por la altitud y el clima de Cali. Espero batir mi récord personal. Es la primera maratón de Cali y va a dar a conocer muchísimo la ciudad y la región”, comentó con entusiasmo.
Su testimonio sintetiza lo que muchos sienten: correr también es una forma de narrar el país desde sus calles, de recorrerlo a paso firme y con esperanza.
Tres distancias, un mismo espíritu
La Maratón de Cali 2025 abrió sus calles a corredores de distintos niveles con tres distancias:
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42K para los más experimentados,
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15K para los que buscan un reto intermedio,
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4.2K para quienes comienzan en el mundo del running o participan por el puro gozo del movimiento.
Esta diversidad democratiza el deporte y convierte el evento en una celebración masiva del esfuerzo, más allá de los tiempos o posiciones.
Cali, en el mapa de las grandes maratones
Con más de 11.000 corredores inscritos, esta edición inaugural ya se posiciona como uno de los eventos deportivos más relevantes del país. Pero más allá de las cifras, la Maratón de Cali propone una nueva narrativa urbana: la ciudad no solo se baila, también se corre. Y en ese correr se encuentra una nueva forma de habitarla y proyectarla al mundo.
La Maratón de Cali, más que una carrera
Lo que ocurrió esta madrugada no fue solo el inicio de una competencia: fue el nacimiento de una tradición. Un punto de encuentro donde lo individual se volvió colectivo, donde cada kilómetro recorrido fue una declaración de pertenencia, salud, disciplina y amor por Cali.
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