Desde la humildad y la esperanza, el nuevo Papa asume el ministerio petrino en una época marcada por la discordia global
Por : Redacción RMC Noticias, 18 de mayo de 2025
Una ceremonia de profunda espiritualidad y símbolo de continuidad
El Papa León XIV presidió este 17 de mayo la Santa Misa de inicio de su ministerio petrino en una Plaza de San Pedro colmada de fieles y representantes civiles y religiosos de todo el mundo. Fue su primer encuentro público tras ser elegido sucesor de Pedro, en un contexto emocional marcado por el reciente fallecimiento del Papa Francisco.
La jornada comenzó con una oración ante la tumba del Apóstol San Pedro, acompañado por los Patriarcas de las Iglesias Orientales, un gesto ecuménico cargado de significado. Desde allí, el Evangeliario, el Palio y el Anillo del Pescador fueron llevados en procesión hasta el altar, mientras se entonaban las letanías de todos los santos.
El nuevo Papa recibió las insignias episcopales de manos de cardenales de los tres órdenes eclesiásticos, simbolizando su unión con la Iglesia universal. Seguido, representantes de todo el Pueblo de Dios le rindieron el gesto de obediencia.
"Fui elegido sin ningún mérito": una homilía desde la humildad
En su primera homilía como Pontífice, León XIV no evitó la emoción:
“Fui elegido sin ningún mérito, y con temor y temblor vengo a ustedes como un hermano que desea hacerse siervo de la fe y de la alegría”.
Citó a San Agustín y recordó con gratitud los días de duelo por la muerte de Francisco. Su mensaje fue directo y pastoral: frente a un mundo marcado por el odio, el miedo y las desigualdades, la Iglesia debe ser fermento de unidad, comunión y fraternidad.
“Queremos decirle al mundo, con humildad y alegría: ¡Miren a Cristo! ¡Escuchen su Palabra! ¡Acójanlo como familia!”.
Una Iglesia servidora, no dominadora: el mensaje central de su pontificado
Uno de los momentos más poderosos fue su recordatorio de la misión confiada a Pedro por Jesús: amar más y dar la vida por el rebaño, incluso desde el fracaso y la debilidad.
“El ministerio de Pedro está marcado por este amor oblativo. No se trata de dominar ni de convencer con propaganda religiosa, sino de amar como Cristo amó: con mansedumbre, compasión y entrega”.
León XIV también advirtió sobre la tentación del poder clerical:
“El sucesor de Pedro no debe ser un líder solitario ni un jefe por encima de los demás. Está llamado a caminar junto a los fieles, como servidor de su fe”.
Una Iglesia unida para un mundo dividido
El nuevo Papa fue claro en su visión: una Iglesia reconciliada será testimonio de una humanidad capaz de curar sus heridas.
“En tiempos de conflicto, de economías excluyentes y miedo al diferente, la Iglesia debe ser un signo visible de comunión y esperanza. No para capturar almas, sino para liberar corazones”.
Y concluyó con un deseo que marcará su pontificado:
“Hermanos y hermanas, quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y fermento de paz para un mundo reconciliado”.
León XIV: una elección que marca un nuevo tiempo
Su elección ha sido interpretada como un gesto de continuidad en la misericordia, pero también de renovación desde la humildad. Frente al desafío de un mundo fracturado, León XIV se presenta como un Papa que no busca imponer, sino escuchar, acompañar y construir puentes.
La Iglesia, bajo su guía, se encamina a responder con valentía a las preguntas del presente, manteniendo vivo el mensaje de Jesús: unidad, amor y servicio al prójimo.
0 Comentarios