Gobernación, alcaldías y Fuerza Pública acuerdan medidas excepcionales tras atentados en Cali y Jamundí
Foto: Comunicaciones Gobernación del Valle del CaucaRedacción RMC Noticias / 10 de junio de 2025
Coordinación territorial frente a amenazas de alto impacto
El Consejo Extraordinario de Seguridad permitió articular respuestas inmediatas ante la evidencia de una ofensiva sistemática por parte de grupos armados ilegales. Las explosiones registradas en sectores como Meléndez, Manuela Beltrán y Los Mangos en Cali, así como el carro bomba en Jamundí, fueron reconocidas como parte de un patrón organizado que compromete la estabilidad regional. “Repudiamos a estos terroristas que nos están arrebatando la tranquilidad en Cali y en todo el departamento”, expresó la gobernadora Toro, quien además confirmó conversaciones con el Ministerio de Defensa para reforzar el despliegue militar en el suroccidente colombiano.
Corredores seguros y zonas priorizadas para presencia militar
Entre las decisiones adoptadas figura la implementación de corredores seguros en puntos estratégicos como el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, la zona de Cañasgordas y la vía a Jamundí. Estos trayectos serán vigilados por unidades especiales del Ejército y la Policía con el objetivo de garantizar la movilidad y proteger zonas críticas. Además, se solicitó la presencia permanente de la Fuerza Pública en áreas donde operan estructuras como la disidencia ‘Jaime Martínez’, especialmente en Jamundí, Suárez (Cauca) y La Liberia. La ofensiva será sostenida, con enfoque territorial e inteligencia estratégica, informaron las autoridades.
Restricciones temporales y ley seca en respuesta a emergencia
Como parte del paquete de medidas, se decretó el cierre de establecimientos comerciales desde las 9:00 p.m. del 10 de junio hasta las 6:00 a.m. del 11, y ley seca hasta la medianoche del miércoles. Estas restricciones buscan reducir riesgos y permitir el despliegue eficaz de las operaciones de seguridad. Asimismo, la red hospitalaria del Valle del Cauca fue puesta en alerta naranja, en previsión de posibles nuevos incidentes. La Alcaldía de Cali también confirmó el refuerzo de controles en vías principales y entradas a la ciudad, buscando contener posibles nuevos intentos de desestabilización.
Recompensas y canales ciudadanos para frenar el terror
En un esfuerzo por vincular a la ciudadanía en la lucha contra el crimen organizado, la Gobernación del Valle y la Alcaldía de Cali ofrecieron una recompensa conjunta de hasta 600 millones de pesos por información que permita prevenir atentados o capturar a sus autores. Se habilitó la línea 321 394 5156 bajo estricta reserva. “Cali no puede enfrentar sola esta amenaza. La seguridad es responsabilidad del Estado colombiano”, advirtió el alcalde Alejandro Eder, reiterando que estos ataques no son hechos aislados, sino parte de una amenaza estructurada que trasciende límites municipales.
Petición formal al Gobierno Nacional para liderar estrategia integral
Aprovechando la visita del presidente Petro a Cali este miércoles 11 de junio, los alcaldes de Cali, Jamundí, Palmira y Buenaventura enviaron una carta conjunta solicitando su presencia en un Consejo Regional de Seguridad. La misiva subraya la urgencia de construir una estrategia integral de seguridad que combine acción militar, justicia, inversión social y control territorial. “Hoy más que nunca, se hace indispensable que el Gobierno Nacional escuche y atienda las solicitudes reiteradas desde el nivel territorial”, dice un aparte del documento firmado por los mandatarios.
Seguridad territorial, una deuda histórica que exige respuestas inmediatas
La violencia que sacudió al Valle del Cauca no puede ser reducida a una serie de ataques aislados. Se trata de un síntoma de una problemática más profunda: la disputa territorial entre estructuras ilegales que operan con capacidad militar y control social. El llamado de los mandatarios locales al Gobierno Nacional no es solo legítimo, es necesario. La defensa de la vida no puede seguir postergándose. Desde esta redacción, insistimos en la urgencia de que el Estado actúe con unidad, inteligencia y responsabilidad. La seguridad no puede ser entendida como una respuesta reactiva, sino como una política de largo aliento que devuelva la confianza a los ciudadanos. El momento exige coherencia institucional, liderazgo firme y una acción que sea, verdaderamente, del tamaño del desafío.
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