Cine comunitario en Cali: cuando la cámara se convierte en escudo y en semillas

La Comuna 20 y el poder transformador del arte audiovisual, con el apoyo de la Gobernación del Valle y escuelas de cine de Nueva York

Cine comunitario en Cali: cuando la cámara se convierte en escudo y en semillas
    Foto: Comunicaciones Gobernación del Valle del Cauca

Redacción  RMC Noticias / 1 de junio de 2025

Una historia que no es ficción: territorios donde el arte salva vidas

CALI, COLOMBIA.-En la Cali de pos-estallido, una ciudad que aún cicatriza heridas profundas de desigualdad y exclusión, la Comuna 20 emerge como un laboratorio vivo de transformación social. Lo que para algunos aún puede parecer un punto rojo en el mapa urbano, para otros —especialmente quienes caminan sus calles y conocen sus historias— es hoy una trinchera de resistencia creativa.

Danza, teatro, música, y ahora cine, han dejado de ser expresiones periféricas o pasatiempos juveniles. Son actos políticos, vitales, profundamente humanos. Herramientas con las que jóvenes y liderazgos barriales reescriben sus narrativas. En medio del concreto y el olvido institucional histórico, florece un cine que no busca alfombras rojas, sino dignidad.



Del lente a la vida: cine comunitario como pedagogía social

Hablar de cine comunitario en la Comuna 20 no es hablar de industria ni de mercado. Es hablar de pedagogía social, de procesos lentos y constantes donde cada toma es una toma de conciencia. La cámara, en manos de jóvenes que hace poco eran espectadores de su propia marginación, se convierte en dispositivo de memoria y proyección de futuro.

En este contexto, el acompañamiento de la Gobernación del Valle del Cauca adquiere una dimensión política clave. No como gesto asistencialista, sino como reconocimiento institucional de una ciudadanía cultural que no pide permiso para existir, pero sí merece todo el respaldo para crecer.

El reciente convenio entre la Gobernación y escuelas de cine del distrito de Queens, en Nueva York, fortalece esta apuesta. La visita del cineasta Kevin López —conocido por el documental La Salsa Vive— no fue solo un acto simbólico: fue la validación de un proceso que ya viene gestándose con coherencia desde el territorio. Un proceso donde no se importan modelos, sino que se intercambian saberes.

La Comuna 20 no quiere ser salvada: quiere ser escuchada

Franklin Rojas, líder social del sector, lo dijo con claridad. “A veces los pelados están en la esquina no porque quieran, sino porque no hay oportunidades como las que la Gobernación está trayendo aquí”. Esta frase, cruda y real, desmonta estigmas que aún persisten. No se trata de juventud “en riesgo”   sino de juventudes sin acceso a condiciones mínimas para elegir otro camino.

El centro cultural de Brisas de Mayo y el colectivo La Gente del Barrio son ejemplos concretos de cómo se construye tejido social desde abajo, con estética, con ética, con resistencia. Allí, el cine no sólo documenta: interpela, denuncia y celebra. Porque la realidad no se transforma desde la lástima, sino desde la comprensión activa.

Cine comunitario en Cali: cuando la cámara se convierte en escudo y en semillas
    Foto: Comunicaciones Gobernación del Valle del Cauca

Cultura como política pública, no como ornamento

Resulta urgente, entonces, revalorizar el papel del arte —y en particular del cine comunitario— como política pública de primera línea. No como ornamento o cuota simbólica, sino como estrategia estructural de desarrollo humano. En zonas donde la presencia del Estado es intermitente, los procesos culturales sostenidos tienen más impacto que una patrulla o una brigada ocasional.

Nataly Algarra, gestora cultural, lo sintetiza así: “Desde el estallido social hemos venido trabajando de la mano con la comunidad y con la Gobernación del Valle. Hemos logrado sacar a personas de sectores en riesgo, educarlas, cambiar sus perspectivas y ayudarlas a culturizarse un poco más”.

Cultura que no es entretenimiento vacío, sino territorio de disputa simbólica. Que no es evento, sino proceso.

Una cámara puede no cambiar el mundo, pero sí una vida

El cine comunitario no es una moda ni un lujo. Es una necesidad. Un derecho. Una forma de mirar(se) de nuevo, desde adentro y con dignidad. Lo que ocurre hoy en la Comuna 20 de Cali es una prueba palpable de que cuando se apuesta por la cultura con seriedad, los resultados no son aplausos fáciles, sino transformaciones reales.

Frente al ruido de la indiferencia, estas cámaras apuntan con precisión a lo esencial: los sueños que aún se pueden filmar.


0 Comentarios

cajon

RMC: Información, análisis, y veracidad en las noticias

Invitamos a todos aquellos interesados en promover la cultura, la creatividad y la sostenibilidad a ser parte de este movimiento. Juntos, podemos construir un futuro más equitativo, donde las voces de todas las comunidades sean una pieza clave en el relato del país.