Un ataque que sacude la democracia colombiana
El 7 de junio de 2025, el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado durante un acto de campaña en el barrio Modelia, Bogotá. Recibió dos disparos, uno en la cabeza y otro en el muslo izquierdo, que lo dejaron en estado crítico. Tras una cirugía neuroquirúrgica y vascular, fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos de la Fundación Santa Fe de Bogotá. Su pronóstico es reservado, y su situación ha generado una profunda preocupación en el país.
La sombra de la violencia política
Este atentado revive los ecos de una época en la que la violencia política era moneda corriente en Colombia. Miguel Uribe Turbay es hijo de la periodista Diana Turbay, quien fue asesinada en 1991 tras ser secuestrada por el narcotraficante Pablo Escobar. Su familia ha sido víctima del conflicto armado, y su vida política ha estado marcada por la denuncia de la violencia y la defensa de la democracia. El ataque sufrido es un recordatorio doloroso de que, a pesar de los avances, la violencia política sigue presente en Colombia.
Reacciones nacionales e internacionales
El atentado ha generado una ola de condenas tanto a nivel nacional como internacional. El presidente Gustavo Petro suspendió su viaje a Francia y expresó su solidaridad con la familia Uribe Turbay, llamando al respeto por la vida. Asimismo, líderes políticos de diferentes sectores, como el expresidente Álvaro Uribe Vélez y el senador Iván Cepeda, han manifestado su rechazo al ataque y su apoyo a la víctima. A nivel internacional, representantes de países como Estados Unidos, España, Venezuela, Italia, Paraguay y Ecuador han condenado el atentado y expresado su preocupación por la situación en Colombia.
Bloqueos y manifestaciones en respuesta al atentado
En las horas posteriores al atentado, se registraron bloqueos intermitentes en la vía al Llano y manifestaciones en el norte de Bogotá. Los manifestantes exigían justicia y condena al ataque, así como una mayor protección para los líderes políticos. Estos hechos reflejan el clima de tensión y polarización que atraviesa el país, donde la violencia política ha dejado de ser un fenómeno aislado para convertirse en una amenaza constante a la democracia y el Estado de derecho.
Un llamado a la reflexión
El atentado contra Miguel Uribe Turbay es un llamado urgente a la reflexión sobre el estado de la democracia en Colombia. No se trata solo de un ataque a un político, sino de un ataque a la posibilidad misma de la convivencia democrática. Si no somos capaces de defender incluso a aquellos con quienes no coincidimos, entonces no estamos defendiendo la democracia; la estamos destruyendo. Es momento de poner fin a la cultura del odio y la intolerancia, y trabajar por una sociedad donde el disenso sea respetado y la violencia rechazada.
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