El senador lucha por su vida tras el atentado sufrido en Bogotá. Su familia y el país entero esperan noticias alentadoras mientras se mantiene en la UCI.
Redacción RMC Noticias / 12 de junio de 2025
Un país en vilo, una familia aferrada a la esperanza
Miguel Uribe Turbay continúa hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe de Bogotá. La noticia, confirmada en la mañana del jueves 12 de junio por el centro médico, mantiene en vilo a miles de colombianos que han seguido con preocupación el estado del senador desde el atentado del pasado sábado. “El paciente sigue en cuidados intensivos”, informó el hospital, a petición expresa de su familia, que ha optado por el silencio público mientras se concentra en su recuperación.
Silencio que duele, oraciones que acompañan
No hay parte médico detallado, ni pronósticos. Solo el paso del tiempo, ese mismo que ahora parece haberse detenido para quienes conocen a Miguel Uribe o han simpatizado con su causa política. A su alrededor, crecen las voces de aliento, oraciones y mensajes de apoyo. En medio del desconcierto, el país vuelve a ser testigo de una violencia que nunca termina de irse y que esta vez tocó de frente a uno de los rostros visibles de la oposición.
El eco de un atentado que aún duele
El atentado contra Uribe Turbay ha encendido alarmas que trascienden partidos y posturas ideológicas. Lo que está en juego es más que un nombre o una aspiración presidencial: es el derecho a vivir sin miedo, a disentir sin ser blanco de una bala. El presidente Gustavo Petro pidió una comisión de investigación internacional con apoyo de la ONU, dejando claro que este no puede ser otro caso archivado en la impunidad.
Una herida que es de todos
Colombia no necesita más mártires. Necesita verdad, justicia y reconciliación. Lo que le ocurrió a Miguel Uribe Turbay no solo le ocurrió a él. Es una herida abierta en el corazón político y social del país. Desde esta redacción, nos unimos al deseo de su pronta recuperación. Pero más allá de la esperanza individual, hacemos un llamado colectivo: ningún ideal merece morir en silencio. Que este momento nos invite a reflexionar sobre el país que estamos construyendo y el valor de proteger, con hechos, la vida de quienes piensan distinto.
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