La capital del Valle se encuentra en máxima alerta tras los atentados que dejaron muertos y decenas de heridos
Imagenes: pantallazo de video en redes socialesExplosiones simultáneas y respuesta inmediata del Estado
Las detonaciones ocurrieron con apenas minutos de diferencia, afectando no solo la infraestructura policial, sino también a civiles que transitaban por las zonas cercanas. En respuesta, el alcalde Alejandro Eder activó un Puesto de Mando Unificado (PMU), desde donde se coordinan las acciones de seguridad, atención médica y control territorial. El Gobierno local, en articulación con la Fuerza Pública, ha reforzado la vigilancia en toda la ciudad y desplegado unidades especializadas para apoyar la investigación.
Imagenes: pantallazo de video en redes socialesAlerta hospitalaria: red de salud en máxima capacidad
La magnitud de los atentados obligó a la Secretaría de Salud a declarar alerta hospitalaria en la red pública y privada de Cali. Hasta el cierre de esta edición, el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) reportó la atención de 36 personas, incluyendo tres menores. Del total, 22 fueron remitidas a instituciones médicas como la Fundación Valle del Lili, el Centro Médico Imbanaco, el Hospital Mario Correa Rengifo, y la Clínica Carlos Holmes Trujillo, entre otras. Equipos médicos de urgencias, bancos de sangre y transportes especializados fueron activados para garantizar una atención oportuna.
Recompensa de 300 millones por información clave
La Alcaldía de Cali, en colaboración con las autoridades nacionales, ofreció una recompensa de 300 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables. Aunque las investigaciones avanzan con celeridad, aún no se ha confirmado la autoría de los atentados. Las autoridades manejan hipótesis que incluyen posibles acciones de grupos armados residuales o redes criminales organizadas. Se espera que en las próximas horas se entreguen detalles oficiales sobre las líneas investigativas
Llamado a la calma y lucha contra la desinformación
En medio del caos informativo generado por las redes sociales, la administración municipal ha instado a la ciudadanía y a los medios de comunicación a informarse exclusivamente a través de canales oficiales. Se ha detectado la circulación de videos manipulados y cadenas de WhatsApp con versiones erróneas de los hechos, lo que puede entorpecer el accionar de las autoridades y generar pánico innecesario. La Alcaldía recordó que difundir información no verificada puede acarrear consecuencias legales.
¿crisis focalizada o amenaza estructural?
Este ataque múltiple reaviva la preocupación sobre la capacidad de acción de actores violentos en zonas urbanas. Cali, que en los últimos años ha tenido avances significativos en reducción de homicidios, enfrenta ahora un nuevo desafío: garantizar la seguridad institucional y la protección de la ciudadanía frente a ataques premeditados. El hecho de que se hayan dirigido contra estaciones policiales sugiere un mensaje claro hacia el aparato estatal, lo que obliga a una lectura más profunda sobre las amenazas que enfrentan los centros urbanos.
La resiliencia ciudadana y el deber institucional
Como medio de comunicación comprometido con la verdad, expresamos nuestra solidaridad con las víctimas y sus familias, y respaldamos la labor de quienes, desde la primera línea médica y operativa, respondieron con valentía. Este no puede ser solo un episodio noticioso; debe ser una oportunidad para preguntarnos qué tipo de sociedad estamos construyendo y cómo respondemos, como ciudadanos, cuando la violencia intenta imponerse. La institucionalidad debe actuar con firmeza, sin improvisaciones. Y nosotros, como sociedad civil, debemos exigir justicia, pero también paz. La ciudad de Cali no puede naturalizar el terror. Hoy más que nunca, el compromiso colectivo con la verdad, la prevención y la reconstrucción del tejido social es imprescindible.
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