Operativos en Buenaventura-Buga y Mediacanoa-La Virginia dejaron cuatro capturados y revelan una amenaza latente para la salud pública
Foto: Comunicaciones Gobernación del Valle del Cauca
Redacción de RMC Noticias
Un hallazgo que enciende alertas
Este 18 de julio, en las carreteras del Valle del Cauca, las autoridades frustraron la circulación de más de 500 botellas de licor adulterado y de contrabando. Los operativos, ejecutados por la Policía de Tránsito y el Grupo Operativo Anticontrabando de la Gobernación, revelan una realidad preocupante: la persistencia del comercio ilegal de bebidas alcohólicas, un delito que pone en riesgo la salud de los consumidores y afecta directamente los ingresos públicos del departamento.
Cuatro capturas y más de 500 botellas incautadas
En total, fueron incautadas 524 botellas de aguardiente, la mayoría con signos evidentes de adulteración. En la vía Mediacanoa-La Virginia, se decomisaron 184 botellas transportadas sin documentación legal. En otro punto de control, en la carretera Buenaventura-Buga, se hallaron 120 botellas adulteradas en un solo vehículo, y más adelante, se capturaron dos personas adicionales con 220 botellas del mismo tipo de licor. Todos los productos correspondían a marcas conocidas como Aguardiente Antioqueño y Amarillo del Valle, pero manipuladas ilegalmente.
El riesgo invisible en una botella
El licor adulterado no solo es un delito económico: puede ser mortal. Según cifras del Instituto Nacional de Salud, entre 2020 y 2024, se han registrado más de 120 muertes por consumo de bebidas alcohólicas adulteradas en Colombia. Sustancias como metanol, utilizado para reemplazar el etanol en este tipo de fraudes, pueden causar ceguera, insuficiencia hepática y, en casos severos, la muerte. Lo que parece una botella económica puede convertirse en un cóctel tóxico con consecuencias irreversibles.
Más allá del decomiso: una red criminal en movimiento
Los operativos no son hechos aislados. La presencia de licor adulterado en vías estratégicas como Buenaventura-Buga, que conecta al puerto con el interior del país, apunta a redes organizadas que aprovechan la movilidad y la demanda para distribuir estos productos en bares, tiendas informales y eventos masivos. Según la Unidad de Rentas del Valle, estas estructuras criminales se adaptan constantemente, cambiando rutas, empaques y métodos de distribución para evadir controles.
Foto: Comunicaciones Gobernación del Valle del CaucaRecomendaciones para no ser víctima
La gerente de la Unidad de Rentas, Martha Isabel Ramírez, reiteró la importancia de revisar cuidadosamente los productos antes de comprarlos. “Las botellas deben tener estampilla legal, etiquetas bien adheridas, tapas selladas y no presentar defectos visibles. Comprar licor a vendedores no autorizados o en canales informales es una apuesta peligrosa que puede salir cara”, advirtió. Además, recordó que la Gobernación mantiene jornadas de capacitación en redes sociales y en puntos de distribución para prevenir la comercialización de licor ilegal.
Un golpe al erario y a la confianza ciudadana
El contrabando de licor representa también una pérdida directa para los ingresos del departamento, ya que los recursos provenientes de la venta legal de alcohol se destinan a salud, educación y programas sociales. Cada botella ilegal evade impuestos que deberían beneficiar a la comunidad. En palabras simples: detrás de una compra “más barata”, hay un costo colectivo que afecta la calidad de vida de todos.
No es solo licor, es salud, legalidad y ética
La incautación de estas 524 botellas es más que una cifra: es una señal de alerta. Mientras existan consumidores dispuestos a comprar sin cuestionar, seguirá habiendo quienes se lucren del engaño y el riesgo ajeno. Como medio, hacemos un llamado firme a la ciudadanía: consumir responsablemente no es solo elegir bien, es también rechazar lo ilegal. Que este caso sea un motivo para revisar nuestros hábitos, exigir transparencia y protegernos como sociedad frente a un delito silencioso que puede matar con solo un trago.
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