Más de 60.000 personas se darán cita en una experiencia sin precedentes que mezcla sostenibilidad, identidad cultural y acción ambiental como legado de la COP16.
Redacción de RMC Noticias
Una fiesta para la vida y la conciencia ambiental
Santiago de Cali 25 de septiembre. Cali se prepara para recibir la primera edición de la Semana de la Biodiversidad, un evento bianual que emerge como una de las apuestas más ambiciosas de América Latina en temas de sostenibilidad, cultura y participación ciudadana. Desde el 29 de septiembre hasta el 5 de octubre, la capital vallecaucana será el epicentro de una agenda diversa que no solo resalta la riqueza ecológica del territorio, sino también su capacidad creativa, artística y colectiva para repensar el futuro. Inspirada en la magnitud de la Climate Week de Nueva York, esta semana representa un llamado urgente desde el sur global para poner la biodiversidad en el centro del debate público y político.
La cultura como eje de transformación ambiental
Lejos de limitarse a espacios académicos o gubernamentales, la Semana de la Biodiversida se plantea como una plataforma ciudadana de acción climática. Una de sus apuestas más potentes será el Circuito de la Biodiversidad, con epicentro en el Parque La Retreta, donde la Secretaría de Cultura de Cali ofrecerá una tarima artística gratuita que busca conectar la conciencia ambiental con la emoción estética. Desde desfiles del Carnaval de Pasto hasta conciertos antirracismo con artistas de Haití y Costa Rica, esta propuesta demuestra que la lucha por la vida también se baila, se canta y se celebra.
Una agenda plural, diversa y pensada para todos
Con una expectativa superior a los 60.000 asistentes, la programación cultural promete ser un reflejo de la diversidad social y cultural que define a Cali. Cada día estará cargado de sentido: desde el Concierto contra el racismo del lunes 29 de septiembre, pasando por las noches de orquestas institucionales, hasta el homenaje a la salsa y al legado afrolatino. Esta sinergia entre biodiversidad y arte no es casual: se trata de visibilizar cómo los territorios y sus culturas son también guardianes de los ecosistemas. En palabras de Leydi Higidio, secretaria de Cultura, esta es una oportunidad para "construir el legado de la COP16 desde la participación ciudadana y la riqueza de nuestra diversidad".
El legado vivo de la COP16
La COP16 no fue solo un evento de coyuntura internacional: fue un punto de inflexión. La *Semana de la Biodiversidad* representa su legado más tangible, y con ella, Cali se posiciona como una de las primeras ciudades latinoamericanas en traducir el lenguaje técnico de los compromisos ambientales en acciones visibles para la ciudadanía. En un contexto global donde el 75% de los ecosistemas terrestres están alterados por la actividad humana (según el IPBES), este tipo de iniciativas cobran una relevancia ética y política. Es una declaración de que el cambio no solo viene desde arriba, sino desde la calle, los parques y los escenarios.
De la resistencia cultural a la sostenibilidad urbana
El corazón del evento late en una fórmula pocas veces vista en espacios públicos: usar el arte como medio de resistencia y herramienta de educación ambiental. No se trata solo de entretener. Cada orquesta, cada muestra de danza, cada intervención artística está diseñada para dejar una huella emocional en los asistentes y activar conversaciones urgentes sobre el futuro del planeta. La diversidad no es un eslogan: es una estrategia. Cali, como ciudad intercultural, convierte su riqueza identitaria en aliada para impulsar una transición verde con rostro humano.
Un espacio de encuentro para repensar la ciudad
Más allá de los conciertos y exhibiciones, la Semana de la Biodiversidad es también una oportunidad para repensar el modelo de ciudad. En un contexto donde la urbanización descontrolada amenaza áreas estratégicas como los Farallones o el río Cauca, la alianza entre cultura y sostenibilidad se convierte en una herramienta clave para formar ciudadanía ambiental. Exposiciones de innovación, movilidad eléctrica y ferias verdes complementarán una programación pensada no solo para informar, sino para transformar la relación que los habitantes tienen con su territorio.
Cuando la cultura se convierte en territorio de acción
Desde este medio, celebramos y respaldamos esta apuesta que no solo pone a Cali en el mapa ambiental global, sino que propone un modelo diferente de intervención pública: uno que prioriza lo colectivo, lo sensible y lo urgente. Frente al colapso climático y la erosión de la biodiversidad, la cultura no puede quedarse al margen. Debe ser voz, cuerpo y acción. Invitamos a la ciudadanía a habitar este evento no como simples espectadores, sino como protagonistas de un relato común por el derecho a un futuro sostenible. Porque proteger la biodiversidad es también protegernos a nosotros mismos. Cali tiene la palabra.
0 Comentarios