El buen manejo de los recursos públicos en el Valle del Cauca no solo fue reconocido por la Contraloría General, sino que también se traduce en avances reales para la vida de miles de recién nacidos.
En un país donde la gestión pública suele navegar entre la duda y la desconfianza, INFIVALLE ha sido señalado —esta vez no para cuestionarlo— sino para reconocerlo. Según el informe de auditoría de la Contraloría General de la República, la entidad financiera del Valle del Cauca evitó un daño patrimonial al ejecutar con rigor un proyecto financiado con recursos del Sistema General de Regalías (SGR), destinado a la detección temprana de enfermedades huérfanas en recién nacidos. Una noticia que no solo desvirtúa señalamientos, sino que confirma que la administración pública también puede ser técnicamente impecable y socialmente transformadora.
Imagen: Pantallazo documento de la ContraloriaUn espectrómetro que salva vidas, no causa daños
El punto más crítico del informe giraba en torno a la adquisición de un espectrómetro de masas en tándem, valorado en $1.515 millones, que inicialmente generó alertas sobre una posible afectación de la utilidad del proyecto. No obstante, la Contraloría fue clara: no hubo detrimento patrimonial. El equipo fue adquirido conforme a las normas, entregado a satisfacción y está operando con la funcionalidad prevista. Lo que algunos veían como un gasto excesivo, se ha confirmado como una inversión vital para la salud neonatal en el Valle del Cauca.
Tecnología con propósito: prevenir desde el primer aliento
Este espectrómetro es una tecnología de punta, pionera en Colombia, que permite identificar errores congénitos del metabolismo en bebés recién nacidos. Detectar estas condiciones de manera temprana puede marcar la diferencia entre una vida saludable o una muerte prematura. En este caso, la gestión fiscal responsable se traduce en prevención clínica, oportunidades médicas y vidas salvadas. No se trata solo de números: se trata de dignidad, ciencia y futuro.
imagen pantallazo video Tp noticiasLa ejecución, en regla y con resultados tangibles
El informe de la Contraloría también destaca que la metodología de pagos utilizada por INFIVALLE estuvo completamente alineada con la planeación técnica y financiera inicial. En otras palabras, no hubo improvisación ni desvío de recursos. El proyecto cumplió con su objeto, fue debidamente ejecutado, y los resultados están a la vista: un equipo funcionando, diagnósticos en marcha y una institucionalidad que responde con hechos y no con promesas.
Un operador público que se consolida en credibilidad
La experiencia de INFIVALLE como ejecutor de proyectos públicos ha sido reconocida previamente por el Gobierno Nacional, especialmente en el Índice de Gestión de Proyectos. Esta nueva validación de la Contraloría refuerza su imagen como una institución confiable, técnica y comprometida con el desarrollo regional. Lejos del ruido mediático, su trabajo silencioso empieza a posicionarse como un modelo de banca de desarrollo pública en Colombia.
La salud pública merece instituciones que respondan
En tiempos donde la salud y la ciencia exigen inversiones inteligentes, la ejecución precisa de un proyecto como este es más que una buena noticia: es una necesidad urgente. Colombia enfrenta enormes desafíos en cobertura médica y detección temprana de enfermedades huérfanas. Lo logrado por INFIVALLE no solo ofrece una solución tecnológica, sino también una lección de responsabilidad institucional.
Lo público no debe ser sinónimo de sospecha
La gestión de los recursos públicos no tiene por qué estar marcada por la opacidad. Este caso demuestra que, cuando hay compromiso, capacidad técnica y propósito social, el Estado puede cumplirle a su gente. INFIVALLE no solo evitó un detrimento: invirtió en ciencia, salvó recursos y, sobre todo, sembró confianza. Es urgente que este tipo de prácticas dejen de ser la excepción y se conviertan en la norma. Porque lo público, bien gestionado, también salva vidas.
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